Chemsex: sexo y drogas
El ChemSex

El ChemSex es un fenómeno urbano (de ciudad) que consiste en el uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales durante un período largo de tiempo. Sus efectos pueden durar entre varias horas y hasta varios días.

Consumir drogas para practicar sexo.

El consumo de drogas para tener sexo existe desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en los últimos años se ha dado un incremento en el número de individuos que las utilizan droga con fines sexuales, y una mayor intensificación de esta práctica entre hombres que ya la realizaban.

El inicio, mantenimiento, intensificación y/o agravamiento del consumo de sustancias para la práctica sexual, están influenciados por aspectos como:

  • Una actitud percibida como tolerante y permisiva hacia el uso de drogas, en cuyos espacios de ocio el consumo está normalizado.
  • Por la aparición de las nuevas tecnologías (Internet, las apps), aunque también
  • Intervienen algunos aspectos psicosociales que pueden ser comunes al resto de la población y que pueden darse con mayor facilidad en el entorno, como por ejemplo, para evadirse de estresores cotidianos de la vida.

El contexto es clave.

En muchos casos, el ChemSex se debe entender como una conjunción de cuatro elementos interrelacionados: drogas, sexo, espacio y personas. Los contextos de influencias de la persona en cuestión. Estos cuatro elementos pueden aportar mucho “atractivo”, lo que puede potenciar una “dependencia” psicológica hacia esos elementos, haciendo mucho más complejo entender el fenómeno en sí mismo.

El consumo suele ser iniciado en la adolescencia y/o juventud, esto puede estar relacionado con la iniciación a una sexualidad más amplia a esas edades. El sexo puede ser la vía principal por la cual muchas personas (en el ámbito de trabajo en él que nos encontramos existe un mayor número de prevalencia en hombres homosexuales) se relacionan en el sentido más amplio de la palabra. A través del sexo se expresan muchas necesidades no-sexuales. En este sentido, varias de las motivaciones para hacer ChemSex y asistir a los espacios donde se practica pueden estar relacionadas a la búsqueda de colmar ciertas necesidades psicosociales, como, por ejemplo, paliar la soledad.

¿Cómo podemos tratar el Chemsex?

Para llevar a cabo un abordaje de la problemática del ChemSex de manera adecuada, debe hacerse desde una perspectiva de salud integral, bienestar y de reducción de riesgos. Una visión parcial no servirá para entender y abordar el fenómeno y no terminará siendo efectiva. Las intervenciones para abordar el ChemSex deben de incidir en los distintos niveles ecológicos (individual, interpersonal, comunitario, social, etc.)  Por los potenciales daños para la salud física y mental, se necesita urgentemente desarrollar programas de reducción de riesgos en ChemSex. 

En este sentido, entre aquellos que no desean dejar de consumir, se debe de promover el “consumo seguro” y que los mensajes consideren acciones prácticas y entendibles a nivel de la población. Cualquier intervención en prevención del ChemSex debe estar basada en, primero, entender los aspectos socioculturales que han propiciado la emergencia de este fenómeno (adquirir competencia cultural) y, segundo, en recoger las necesidades de la población que lo practica. En resumidas cuentas, sería muy importante que se lleve a cabo una prevención en el consumo de drogas incidiendo especialmente en los más jóvenes, dado que muchos de ellos podrían estar iniciándose y presentan una mayor propensión, aunque es una temática que debe tenerse presente hoy en día para mejorar la calidad de vida de todas las personas vulnerables a este tipo de prácticas.

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