“Mis pacientes son mi terapia. Estar con ellos, escucharlos y guiarlos me hace estar plenamente consciente de que soy adicto, y lo seré para toda la vida. Una de las principales enseñanzas de mi recuperación, es que no me da pavor ni vergüenza reconocerlo. Es más, me alegro de tener esta “etiqueta”, porque gracias a ella entendí lo que me pasaba y me ayudará a entender lo que me ocurra el resto de mi vida”

Hola, Soy Laure Luna. Exadicto recuperado. Hoy te quiero contar mi historia. Y decirte, que puedo ser tu terapeuta durante tu proceso de recuperación.

Un adicto quiere contarte su historia.

El 11 de mayo de 2016, Laure toma la mejor decisión de su vida. No fue algo casual. Dos días antes, el sábado día 9, había estado toda la noche consumiendo alcohol, cocaína y jugando a las tragaperras. Una noche de locura en la que llegó a gastarse 2.000 € de su familia que eran para un pago muy importante. Laure, había tocado fondo.

Laure llegó a ese punto de inflexión en el que la persona se da cuenta de que no puede seguir en esa situación. Habla con su familia. Buscan ayuda. Encuentran ayuda. Y empieza todo… Un camino duro que ahora detalla a sus pacientes…sí. Porque Laure es exadicto y rehabilitador de personas con adicción. Sí, aquí en Centro CIAS. Laura es el director terapéutico de nuestro centro.

¿Y por qué cuenta esto? Tiene explicación. Cuando estamos en terapia y vienen pacientes nuevos nuevo, le hacemos varias preguntas: ¿Has tocado fondo?, ¿crees que ya no tienes más margen de error?, ¿has consumido todo lo que tenía que consumir en tu vida?, ¿has valorado realmente lo que les supone seguir en consumo o intentar cambiar de vida y a su vez cambiar la de su familia?

(Vemos en la imagen a Laure durante su época de consumo)

Laure en su época de consumo activo.

Laure nos sigue contando. “Este último consumo, el del día 9 de mayo de 2016, fue el que me salvó la vida y el que siempre pongo de ejemplo cuando le preguntamos a los pacientes todo lo que he detallado. Parece paradójico que una noche tan devastadora sirva de acicate para parar, y tomar un poco de conciencia (la plena conciencia se adquiere con el tiempo) y sobre todo… para pedir ayuda”

Es lo que hizo Laure. Llamó a su mejor amiga. Carmen fue a su casa e inmediatamente se pusieron juntos a buscar un centro específico de adiciones. Luego llamó a sus padres, que estaban de viaje y les contó todo lo que había hecho esa noche, incluyendo lo que habían hecho con el dinero. “El lunes día 10 tengo cita en un centro”

“Mi tratamiento fue fácil. Yo quería salir del mundo tan triste que tenía. Fueron 6 meses de ingreso, y por supuesto, los comienzos no fueron fáciles. Había muchas dudas y sobre todo incertidumbre de lo que iba a pasar conmigo en el futuro, si iba a ser capaz de sobrevivir a la sociedad de consumo en la que nos han educado, si iba a aceptarme tal y como soy…sin «colocarme». Yo era un chaval de 28 años con todo por hacer y con ganas de seguir adelante”

Laure, poco a poco lo fue consiguiendo. En total casi 18 meses de tratamiento, de cuidados, de conocerse, de aceptar a su familia y viceversa. Y 7 años después sigue trabajado en ello. La vida te va poniendo pruebas que hay que ir superando y parece que lo está consiguiendo. “Cuando me preguntan mis pacientes si tengo ganas de consumir o he tenido pensamientos de consumo, les digo que sí. Que nuestro cerebro recuerda tiempos pasados y que si te dejar llevar es muy fácil volver a la casilla de salida”

(Laure actualmente. Su cambio físico es evidente)

La recaída en boca de un exadicto.

La recaída hay que tenerla en cuenta a diario. Porque así pondremos todas nuestras ganas y esfuerzos en que no ocurra. Aprendemos a utilizar las herramientas y la capacidad de analizar el día a día: ¿cómo te encuentras? ¿qué necesito? Y si es necesario… pedir ayuda. Es necesario gestionar las emociones con conciencia y los malos días con la certeza de que solo es eso: un mal día que se puede solucionar.

“También soy plenamente consciente que todo mi contexto (familia , amigos, pareja) me han ayudado y me ayudan a que yo esté bien y siga adelante. Recalco esto, porque tengo pacientes que a pesar de que ponen todo su empeño en su rehabilitación su contexto no le ayuda, y son más bien un impedimento que una solución para su recuperación”

Y Laure, nos comenta por último “Mis pacientes son mi terapia. Estar con ellos, escucharlos y guiarlos me hace estar plenamente consciente de que soy adicto, y que lo seré para toda la vida, y no me da pavor ni vergüenza reconocerlo, es más me alegro de tener esta “etiqueta” porque gracias a ella entendí lo que me pasaba y me ayudará a entender lo que me ocurra el resto de mi vida.

Sin más , voy a acabar el texto como acabé una publicación que hizo en Facebook hace 4 años .

“Sin más, el Laure.  Un adicto recuperado que está orgullosisisimo de serlo”

Para que las personas con problemas de adicción se rehabiliten, deben de pasar diferentes fases, para los que es fundamental la figura de un terapeuta. En una fase inicial, el paciente tiene claro que es adicto o adicta y que quiere recuperarse, porque su situación es límite (recordar la importancia de que el adicto sea el que da el paso para comenzar su recuperación) y debe de comenzar un tratamiento. Y para eso tenemos que acudir a un centro especializado en adicciones.

Los profesionales de dicho centro harán una valoración para saber si el paciente necesita un ingreso o puede comenzar una terapia ambulatoria sin necesidad de internamiento

La exclusión social del adicto.

El tratamiento es un proceso que abarca todos los aspectos de la vida del adicto. A lo largo del tratamiento y, de forma personalizada y directa, se le irán ofreciendo herramientas que serán claves para que la persona pueda tener una vida plena después de su rehabilitación.

Esta primera fase va avanzando al ritmo que el paciente necesite, y cuando el paciente ha logrado estabilizarse física y psicológicamente, llega una nueva etapa: la de conectar con su nuevo mundo, en esta etapa el paciente comienza a recuperar su vida y sus actividades. También debe implementar los hábitos adquiridos y las herramientas necesarias para seguir controlando su proceso de recuperación. A esta etapa se le llama: reinserción social. Y a diferencia de lo que mucha gente puede pensar, es uno de los pasos más difíciles del proceso, ya que, en muchos casos, la persona deberá enfrentarse a su nuevo ser, con el riesgo de sufrir el estigma asociado a la enfermedad.

Este tipo de exclusión genera la disolución de los diferentes vínculos sociales que la persona tenía antes de su adicción, ejercida desde un punto de vista simbólico en cuestiones tales como el estigma social y atributos negativos que se le adjudicarán al adicto (sospecha constante de su adicción, acusaciones ante cualquier tipo de problema, temor a compartir tiempo juntos, etc.) Esta estigmatización le acompañará el resto de su vida y en todos los aspectos de su vida. Parece que el adicto no puede rehacer su vida. Este tipo de problemas pueden hacer que la persona adicta sienta culpa, rabia o impotencia y sea más propensa a caer en conductas nocivas para su salud, autolesionarse o simplemente darse por vencida y sentirse abatida psicológicamente.

La adicción más allá del tratamiento terapéutico.

Como especialistas en recuperación de adictos y gracias a la experiencia en este campo, hemos desarrollado herramientas para que la reinserción social sea posible del modo menos traumático posible. En Centro CIAS, dentro del método CIAS, el acompañamiento profesional del adicto y sus familiares es uno de los pilares dentro de todas las fases. Esta etapa es un paso más en el que la persona puede (y debe) poner en práctica y consolidar las habilidades adquiridas durante su tratamiento de rehabilitación con el fin de lograr un mayor nivel de autonomía.

Durante el proceso de reinserción, el paciente tiene que ir poniendo en práctica todas las habilidades y herramientas que va adquiriendo en sus terapias: decisión consciente, su capacidad para resolver problemas y cómo organizar y administrar su tiempo.

La importancia de la vuelta al mundo laboral.

Es quizás en este punto donde el adicto se verá más exigido, deberá reaprender todas las habilidades sociales que perdió o que se vieron deterioradas por las conductas adictivas. También tiene un gran poder simbólico, ya que en muchos casos, tener trabajo implicará volver a ocupar un lugar dentro de la sociedad de modo activo. Aunque se haya incorporado al mundo laboral y vea más cerca la recuperación, el paciente debe seguir acudiendo a terapia en su centro. De este modo seguiremos gestionando los diferentes problemas a los que el paciente se va a ir enfrentando a medida que su vida se va normalizando. A nivel personal, el adicto deberá comprender esta etapa como una parte del proceso y en algunos casos, lidiar con la mirada negativa de la sociedad sin que esto implique un derrumbe emocional o de su psiquis.

Hace unos días nuestro Dr. Terapéutico, Laure Luna, compartió debate y charla sobre las adicciones en la Radio y Televisión de La Puebla de Cazalla. Un agradable rato en el que Laure pudo hablar de varios temas interesantes sobre el todo lo que rodea el tratamiento de las adicciones:

– ¿Es voluntario el comienzo del tratamiento en CIAS?

– Normalización del consumo en nuestra sociedad.

– Recomendaciones terapéuticas a los familiares del adicto o adicta.

– ¿Cómo se tratan las adicciones?

– Falta de concienciación sobre las drogas y programas preventivos.

– Los jóvenes cada vez empiezan antes en la cultura del consumo.

– Falta de educación sobre la adicción en centros de enseñanzas.

– El verdadero consumo responsable: consumo cero.

Entre otros temas más. Os invitamos a escuchar esta interesante charla y compartir en vuestras Redes Sociales para hacer que llegue a más gente.

ESCUCHAR ENTREVISTA

En esta charla estuvo acompañado de David Fernández, Trabajador Social y Técnico del Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla (Sevilla), que comanda el interesante programa de «Ciudades Antes las drogas» desde el plan local de salud, en el que colabora la Diputación de Sevilla.

Desde Centro CIAS agradecemos a la Radio y Televisión de La Puebla de Cazalla el contar con nuestro Director Terapéutico, para seguir dando visibilidad, voz y responsabilidad a la prevención y tratamiento del consumo de drogas.

Las familias que tienen un problema de adiciones en casa advierten, de una manera u otra, que algo está sucediendo. La dependencia altera su organización, sus costumbres, sus actividades cotidianas y sus relaciones afectivas, dando lugar a una serie de síntomas típicos:

  • Desconcierto y confusión ante el problema. Nadie sabe cómo actuar y, en ocasiones, se justifica o se disculpa la conducta de la persona enferma ante los demás. Es el mecanismo de la negación.
  • Gran tensión y estrés en todos los miembros de la familia. Temor. Conflictos importantes, discusiones y agresividad.
  • Alteración de las normas, las costumbres y los valores familiares.
  • Incumplimiento de las promesas. Reacciones de enfado y resentimiento.
  • Desconfianza y frustración
  • Sentimientos de culpabilidad y reproches mutuos.
  • Poco apoyo emocional y problemas de incomunicación dentro de la familia.
  • No se puede hablar del “secreto de la familia” ni pedir ayuda, ni dentro ni fuera de casa, por miedo y vergüenza.

En la adicción no existen culpables.

Nadie es culpable de las enfermedades. La adición, es una enfermedad. Ni la persona que la padece ni los que están a su alrededor la han buscado conscientemente, de modo que no hay culpables. Aunque es cierto que, en las enfermedades relacionadas con el consumo de drogas, es el propio afectado el que debe desear cambiar y responsabilizarse de su tratamiento junto con el apoyo y guía tanto de los familiares como de los especialistas .

La actitud que adopta la pareja o las personas cercanas al enfermo, puede ser decisiva para motivarle a realizar correctamente un tratamiento adecuado para superar su enfermedad.

Si tu familiar tiene problemas de dependencia , procura seguir estos pasos:

1-  No te “adaptes” a los cambios que se están produciendo en tu familia, aparentando que “todo va bien”, o pensando que “ya se solucionará”. No pretendas proteger a tu familiar encubriendo los problemas ni responsabilizándote de su bienestar.

Si lo haces, estarás facilitando que la adición“se quede a vivir” entre vosotros, instalándose en casa invadiendo todo atisbo de equilibrio y normalidad.

2-  Infórmate sobre la adición y procura que tus hijos también tengan la información adecuada para su edad, para que puedan entender lo que ocurre.

3-  Intenta mantener firmemente las costumbres y las normas familiares que siempre habéis tenido en casa.

¿Cómo ayudar a un familiar con adicción?

Es normal que tengamos interés en ayudar a un familiar o amigo cuando sabemos que tiene un problema. En el caso de la adicción, existen muchos condicionantes sociales, familiares, etc. que hacen complicado el poder ayudar a la persona que lo sufre. Pero desde Centro CIAS queremos dejaros algunos items que pueden serviros para acercaros y ser una pieza de confianza en este proceso:

  • Muéstrale tu preocupación por los problemas que está ocasionando la adición en vuestras vidas, sin culpabilizarle. Suele ser útil escoger el momento posterior a una “crisis” para hablar del tema.
  • Ten paciencia. La recuperación lleva tiempo. No te desanimes ante reacciones de negación del problema, falsas promesas, enfados, o incluso ante una posible recaída. Siempre es posible retomar el proceso de recuperación.
  • Insiste en el tratamiento y ofrécele tu apoyo y comprensión. Mantén firmemente tus condiciones para continuar ayudándole. Ofrécete a acompañarle en su tratamiento.
  • Sigue los consejos de los especialistas. Si tu pareja abandona el tratamiento, acude tú para que te asesoren. Pero no asumas el tratamiento en su lugar.
  • Si la situación te desborda y atraviesas una etapa de “nervios” o depresión, pide ayuda profesional para ti, es normal que te afecte.

El juego y las apuestas están creciendo de forma exponencial en nuestra sociedad. Actualmente, el juego que mayor problemática crea en cuanto al número de personas afectadas que acuden a tratamiento es el de las “maquinas tragaperras”, seguido por el bingo, y posteriormente por el resto de los juegos: apuestas deportivas, póker online, etc. 

En palabras de Custer (1987), las características centrales  del juego patológico son tres:

  • La persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar. Aunque existen factores sociales, culturales e incluso bioquímicos en el juego patológico, está considerado un trastorno de características psicológicas.
  • Es un trastorno persistente y progresivo de la conducta que acaba en una dependencia emocional respecto del juego. Es decir, implica un deterioro progresivo en la conducta de juego, partiendo de momentos iniciales en los que el juego y las apuestas son escasos hasta llegar al juego patológico, que puede desarrollarse a lo largo de períodos de 10 a 15 años.
  • La ludopatía llega a afectar de forma negativa la vida personal, familiar y vocacional del adicto/a, creando un desequilibrio que necesita de urgencia tratamiento terapéutico.

¿Qué tipos de adicción al juego existen?

  • Máquinas tragaperras: las podemos encontrar en cualquier bar de nuestro entorno ,unidos a la proliferación de salones de apuestas por los barrios de todas las ciudades 
  • Juegos de azar: Salones de apuestas,Casinos, bingos, timbas ilegales ,juego online.etc 
  • Apuestas deportivas: actualmente la causante de la mayoría de casos en adolescentes y jóvenes. 
  • Videojuegos: de las más comunes y más utilizadas en nuestra sociedad .Puede generar conductas adictivas similares a los juegos de azar y dependencia que desemboca en problemas psicológicos. 
  • Microtransacciones: compras dentro de los videojuegos en los que se obtienen recompensas y en los que se utilizan las mismas técnicas de captación del juego de azar, está provocando daño en nuestros jóvenes. 

Tratamiento para adicción a la ludopatía.

En Centro CIAS abordamos el tratamiento psicoterapéutico para rehabilitar el juego patológico, estos son algunos tips de nuestra metodología .

  • Es de suma importancia que el paciente aprenda a detectar cuáles son las situaciones de riesgo y se entrenen en su afrontamiento.
  • Practicar actividades de refuerzo  alternativas al juego, dado que al ponerse en tratamiento y dejar de jugar se dispone de tiempo extra que se debe  ocupar en otras actividades para el paciente. Al principio serán actividades que antes no realizaba y que ahora puede y desea realizar, como estar más tiempo con los hijos y con la familia, hacer algunas tarea del entorno familiar que no le supongan una carga, etc. Pero a largo plazo lo interesante sería instaurar una o varias aficiones que puedan ir ocupando el tiempo, las relaciones, los pensamientos y las emociones, y que ahora, al abandonar el juego, hay posibilidad de practicar.
  • Reestructurar los pensamientos erróneos sobre los efectos negativos del juego. Con el paso del tiempo el jugador minimiza las consecuencias de volver a jugar. Es importante hacer el hacerles conscientes del daño causado por su adición al juego ,lo que ocurriría a distintos niveles si empiezan otra vez a jugar ,teniendo presente que las consecuencias serían mucho más negativas que mantenerse abstinente, y minimizar los supuestos efectos positivos que produciría el volver a jugar. Es importante que evalúe las posibles consecuencias negativas, daños a la familia, las carencias económicas que supondría volver a recaer .etc.

Llega septiembre. Un mes en el que muchas personas inician un cambio en su vida. Nosotros queremos ser parte de ese cambio, no sin antes, aclarar diferentes aspectos sobre la enfermedad de la adicción. Para comenzar, vamos a utilizar la definición de adicción que hace la R.A.E.

Adicción: 1. f. Dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico.

2. f. Afición extrema a alguien o algo.

Es evidente, que la adicción es tan compleja que no podemos quedarnos con esta simple definición. Por eso vamos a detallar diferentes “acepciones”, “verdades absolutas” o “creencias” que se tienen sobre la adicción.

La adicción es una enfermedad.

Debemos tratar todo lo relacionado con la adicción desde el punto de vista de una enfermedad. Desde hace décadas la OMS declara la adicción una enfermedad. Esto quiere decir que tiene síntomas, diagnóstico y tratamiento. No podemos decir que es un vicio. 

Si hablamos de su tratamiento, precisa de una terapia especializada de la mano de terapeutas que puedan tratar cada una de las consecuencias psicológicas, físicas y emocionales, del adicto o adicta. 

La adicción es un síntoma de un problema emocional profundo. 

La OMS también comenta sobre la adicción, que diferentes circunstancias en la vida del adicto o adicta, desempeñan un papel catalizador en el desarrollo de la enfermedad. Aspectos como la pérdida del trabajo, muerte de seres queridos, etc. junto al perfil psicológico, circunstancias personales, familiares, sociales o profesionales, forman el puzzle psicosocial del adicto o adicta. 

Por lo que debemos tratar la adicción en sus diferentes capas o estratos que la forman. Desde lo más profundo a lo más superficial.

La enfermedad del autoengaño.

El autoengaño funcional se observa en situaciones en las que la persona se miente buscando convencerse de que su decisión es la correcta. Es la base de los trastornos adictivos, retroalimentando ideas y creencias para no afrontar la toma de decisiones y conciencia sobre el problema. El adicto aprende a mentir rápidamente para poder justificar sus comportamientos.

Entre las diferentes formas de autoengañarse, podemos destacar:

-Falsa sensación de control “Yo consumo cuando quiero”

-Mi familia piensa que tengo un problema.

-Lo puedo dejar por mí mismo. ¡No necesito un centro!

-Esto lo dejo fácilmente. 

Nadie se rehabilita sin ayuda de otros.

¡Esto es muy importante!La enfermedad de la adicción puede rehabilitarse . No es fácil, pero con un tratamiento especializado se puede.

Nadie lo consigue sin tratamiento. Toda persona adicta que diga que puede dejarlo por sí solo, debe saber que estará en un constante proceso de recaída en el que estará muy lejos de la construcción de hábitos saludables y un tratamiento eficaz por parte de profesionales.

Son muchas las llamadas y consultas que recibimos en Centro CIAS sobre si dentro de nuestras terapias, utilizamos la hipnosis para acabar con problemas de adicción. Dentro de las diferentes herramientas que se utilizan en el Método CIAS, no se encuentra la Hipnosis. Dicho esto, hoy queremos hablar un poco sobre este tipo de terapias.

¿Qué es la hipnosis?

La hipnosis tiene aplicación en los campos de la salud, tanto en psicología como en medicina. La hipnosis es un estado mental que se crea a través de la disciplina del hipnotismo. Se basa en una serie de sugestiones generadas por medio de un especialista. El uso de este método con fines terapéuticos se conoce como hipnoterapia.

Son muchas las personas que acuden a este tipo de terapias para buscar un camino rápìdo y sencillo ante sus problemas de adicción. Pero la hipnosis, sin entrar a valorar si es mejor o peor que otras herramientas, no es válida para todas las personas.

Efectos secundarios y riesgos de la hipnosis.

Como hemos comentado anteriormente, la hipnosis no tiene eficacia en todas las personas, ya que hay personas que no llegan a alcanzar el estado que se necesita para la hipnosis. En la mayoría de casos, los efectos secundarios de la hipnosis son:

  • Ansiedad
  • Dolor de cabeza
  • Mareos
  • Somnolencia

La hipnosis es una cosa muy seria. Por lo tanto, tiene sus riesgos. Una sesión de hipnosis no es una charla distendida, o una serie de pautas de comportamientos cuya recomendación se basa en tus hábitos. La hipnosis, debe ser realizada por un profesional experimentado. La persona que decide utilizar esta clase de terapia, debe asegurarse de que está trabajando con un hipnoterapeuta autorizado. De lo contrario, la hipnosis puede conllevar una serie de riesgos, tales como: alucinaciones, abuso de estimulantes o incluso, esquizofrenia. 

El método CIAS.

En CIAS no trabajamos con hipnosis. En CIAS trabajamos desde cero con nuestros pacientes y nuestras pacientes. Conociendo su vida, su día a día. Conociendo a su familia,a su contexto y a los factores de riesgo que desencadenan el consumo . La recuperación efectiva de nuestros pacientes se trabaja desde la base y en todas sus fases:

Las 4 fases del tratamiento:

  • Desintoxicación: el paciente deja de consumir, con lo cual aparece el síndrome de abstinencia, el equipo terapéutico evalúa la necesidad de apoyar este proceso, con algún tipo de ayuda farmacológica, para que el proceso sea lo más satisfactorio posible.
  • Deshabituación: tras completar las primeras fases del tratamiento, el paciente comienza a identificar y gestionar sus hábitos y actitudes y empiezan a mejorarlos, por otros que mejoran su calidad de vida, evitan posibles recaídas, y van integrándose poco a poco en su vida social, familiar y profesional.
  • Rehabilitación: esta fase marca un antes y un después en el tratamiento terapéutico, el paciente recupera las aptitudes y habilidades que había perdido o nunca había desarrollado durante su consumo y desarrollo de la enfermedad, mediante la terapia grupal e individual va a ir adquiriendo capacidad de control de impulsos, reducción de la ansiedad, control de las emociones, en definitiva, desarrollar habilidades sociales y emocionales que le permitan seguir adelante sin consumo.
  • Reinserción: durante todo el tratamiento el equipo terapéutico, prepara la reinserción del paciente a su entorno, ya que es el objetivo final de su recuperación, desde CIAS, nos encargamos de supervisar minuciosamente este proceso, guiando y supervisando su reinserción.

En primer lugar, queremos dejar claro que desde Centro CIAS reclamamos una mayor dotación de servicios públicos para el tratamiento de las adicciones. Este ámbito requiere intervención de urgencia y atención permanente para los pacientes y familias que lo sufren. Por lo que, cuanto mayor sea el esfuerzo público por atender esta problemática, serán muchas más las personas que puedan tratarse y recuperarse.

¿Qué son los centros de adicciones gratuitos?

A diario son múltiples las llamadas que recibimos en nuestro Centro preguntando si es un centro de adicciones gratuito en Sevilla. Centro CIAS es un centro privado, los centros públicos de adicciones dependen de las administraciones públicas. Pueden pertenecer al Gobierno Central, a una Comunidad Autónoma, Diputación, Ayuntamiento, ONGs, fundaciones o asociaciones. Al ser de titularidad pública, estos centros atienden a cualquier paciente sea cual sea su situación económica, familiar o sea como sea el estado de su enfermedad. Pero con la particularidad, desgraciadamente, que hay tal volumen de demanda terapéutica que los profesionales están desbordados y faltos de recursos que ocasionan listas de esperas interminables e intervenciones muy irregulares y poco eficaces para combatir la enfermedad.

Como hemos comentado, si hay una palabra que defina la situación de una persona adicta, esa es: urgencia. Hoy, es mejor que mañana. Ahora, ya, es mucho mejor que ya veremos. Por lo que esperar a poder tratarse en un centro público puede suponer un empeoramiento de la enfermedad y un declive de las relaciones familiares y de la salud del adicto o adicta.

¿Diferencias entre centros privados y públicos?

Las diferencias son mínimas si atendemos a la metodología y el objetivo final , es el mismo en ambos sectores. Los centros públicos están dotados de instalaciones (a veces insuficientes) y en ellos trabajan  profesionales altamente cualificados. Pero si algo podemos destacar (no que sea una diferencia) es que en Centros como CIAS, la atención y el seguimiento es más personalizado, diario, intenso, las terapias no son macros grupos  en los que la intervención de los pacientes se hacen casi imposibles.

En Centro CIAS sabemos que no todas las personas, y/o, familias pueden permitirse un tratamiento o terapia. Siempre hemos de tener en cuenta, que el mejor de los panoramas, serían unos Servicios Públicos adecuados que atendiesen la demanda (cada vez mayor desgraciadamente) y que nosotros como entidad privada  seamos un complemento que mejoren el servicio, seria la mejor combinación para atajar la salud mental como merece la sociedad.

Mientras tanto, seguiremos en la lucha por el reconocimiento de la importancia de abordar la salud mental en todos los estamentos sociales, potenciando recursos y poniendo todas las ganas por parte de los profesionales que nos dedicamos a esto , a visibilizar y concienciar y ser agentes de cambio social que mejore las vida de los pacientes y sus familias, y por ende la mejora de la sociedad.

Las conductas adictivas siguen creciendo y creciendo en España. Alcohol, cocaína, cannabis; ludopatía, juego online, compras compulsivas…sustancias y comportamientos que están cada vez más cerca de nuestro día a día y que van perjudicando a familias enteras.

La burbuja de la enfermedad de la adicción.

Las personas consumen o juegan para disminuir un malestar y/o obtener una sensación placentera. La adicción tiene multitud de consecuencias negativas para las personas adictas: perder dinero, aislarse, comer mal, problemas de sueño, mentiras, problemas sociales y laborales… Esa burbuja que se construye alrededor de una persona adicta, la aísla del daño que crea a su alrededor y no le permite contemplar las conductas erróneas que le van creando cada vez más y más problemas.

Los primeros en detectar que existe un problema grave en una persona adicta, son sus familiares. La gran mayoría de casos que atendemos en consulta, vienen precedidas de un contacto desesperado de un familiar o amigo en el que “pide ayuda” o información para que esa persona comience un tratamiento contra la adicción. En ellos observamos desesperanza, impotencia, angustia, miedo y un largo etcétera que se repite en todos y cada uno de los familiares que acuden a nuestra consulta.

¿Qué buscan los familiares de la persona adicta?

En la gran mayoría de casos los familiares se centran en dudas y soluciones a diferentes problemas que se han instaurado en el día a día de estas familias:

  • Mal estado físico del adicto.
  • Discusiones sobre temas económicos.
  • Problemas graves y peligrosos por malas relaciones o deudas.
  • Accidentes.
  • Mentiras.

Las personas que acude precediendo al adicto o adicta, sufren un enorme agotamiento físico y emocional. Las preguntas son diversas: ¿Qué hemos hecho mal? ¿qué hacemos mal? ¿cómo no lo hemos visto antes?…

Quieren resolver el problema y en Centro CIAS encontrarán mucho más que una solución.

Una vez que la enfermedad de la adicción entra en el día a día de las familias, y estos son conscientes de ello, se olvidan de sí mismos y pasan a buscar soluciones de forma desesperada y urgente. Cuando alguien se pone en contacto con Centro CIAS y quiere ayudar a un familiar o amigo a tratar sus problemas de adicción, hay que buscar mecanismos para conseguir que el adicto o adicta decida comenzar su tratamiento. Este es el primer paso, y desde nuestro equipo terapéutico ayudamos a las familias a conseguirlo.

El papel de las familias es fundamental, pero antes, es necesario que entiendan cómo funciona la enfermedad de la adicción. Gritar, discutir, confrontar de forma agresiva, esconderle el dinero, dejar de hablar, llegar a las manos: son caminos más perjudiciales que solo hacen empeorar la situación del adicto o adicta y del conjunto familiar. ¿Y qué conseguimos si el adicto sufre malestar o irritación? Muy posiblemente, aumentar el consumo. 

El compromiso de Centro CIAS con sus pacientes, no solo llega y trabaja sobre su recuperación, trabajamos codo a codo con las familias para asesorarles en todo el camino. La adicción tiene diferentes etapas y tanto los pacientes como su círculo más cercano tienen que estar preparados para este gran esfuerzo mental y emocional.

El Síndrome De Medea es una situación patológica en la que las madres o padres descargan frustraciones por medio de la agresividad hacía sus hijos. 

Este problema patológico recibe este nombre de la mitología griega. Medea era hija de Eetes, el rey de Cólquida; Medea se enamora del héroe , y este le promete llevarla con él a Grecia. Jason, se enamora de la hija de un rey y Medea causa daños a sus hijos y los mata.

La violencia Vicaria y el Síndrome de Medea.

En el ámbito de la violencia de género, la violencia vicaria es esa en la que uno de los miembros de la pareja tiene diferentes conductas con los hijos, con el objetivo de dañar, chantajear o hacer que el otro miembro sufra. Un mecanismo de presión muy utilizado en procesos de separación o divorcio. 

Es por esto, que la violencia vicaria tiene mucha relación con el síndrome de Medea, ya que entre los diferentes motivos que desatan este síndrome, se encuentra la venganza conyugal, la repulsión hacía  los hijos, hartazgo, proyección de odio…

Síndrome de Medea y adicciones.

En los padres adictos, las probabilidades de filicidios son mucho más frecuentes, ya que el consumo de droga distorsiona por completo la percepción de la realidad y destruye totalmente la empatía hacia nuestro entorno.

A continuación vamos a detallar diferentes situaciones que podemos encontrar en una persona con síndrome de Medea:

  • Abandono de los hijos.
  • Daños físicos a los hijos.
  • Agresiones físicas.
  • Agresiones psicológicas.
  • Daños social.
  • Problemas económicos.
  • Muerte.

Hoy hemos hablado de este problema psicológico porque tiene mucha relación con los diferentes problemas familiares que encontramos en personas adictas y sus familias. Para la recuperación de un paciente es fundamental ir de la mano de su familia y mejorar el día a día de la unidad familiar. En nuestro centro de adicciones trabajamos con nuestras familias aportando todas las mejoras necesarias para que nuestros pacientes y nuestras pacientes consigan ese ansiado objetivo.