La navidad cada vez se comienza a “celebrar” con más antelación. Desde principios de noviembre ya vemos en los medios de comunicación y redes sociales anuncios de juguetes para que nuestros niñxs vayan “eligiendo” sus reyes o sus regalos para Papá Noel. También nuestras ciudades y nuestros pueblos empiezan a colocar el alumbrado y empezamos a “organizar” las noches claves para compartir con la familia: Noche Buena y Noche Vieja.

Estas fechas se convierten en un momento clave dentro de la rehabilitación de nuestros pacientes. ¿Qué puede pasar? Por un lado, lo más positivo: el trabajo que se está realizando está dando sus frutos y el paciente utiliza las herramientas y los mecanismos que ha ido asimilando de la rehabilitación. En el peor de los casos, toda esta marabunta de comidas, reuniones, salidas, etc. es la chispa que desencadena las recaídas o el abandono de la recuperación terapéutica. 

¿Por qué es un desencadenante en su tratamiento de las adicciones? 

Las navidades son la mayor época del consumo del año. Son fiestas muy largas en el tiempo, de muchas reuniones que no se dan durante el año y se suelen celebrar casi todo: encuentros de trabajo, encuentros familiares, de amigxs, etc. Existe mucho consumo material: regalos, excesos de comidas, compras innecesarias que nos han hecho creer que son imprescindibles para pasar una “buena navidad”.

Esto desde el punto de vista terapéutico es una sobreexposición prolongada en el tiempo de opciones de consumo y gestión de las emociones para nuestros pacientes. En Navidad todo se complica. En pleno proceso de rehabilitación, los pacientes, tienen que “poner a prueba” esos cambios profundos de hábitos que han ido adquiriendo, para gestionar de una forma correcta todos estos eventos para que la temida recaída no llame a su puerta. Si se gestiona de forma positiva, le dará fuerzas y energía para seguir trabajando y es una buena forma de visibilizar su trabajo y esfuerzo. 

Un ejemplo claro de recaída en adicciones.

Pepe( nombre ficticio) el año pasado, a pesar de llevar desde agosto con nosotros en terapia, y conocer a la perfección (él y su familia) las pautas y las recomendaciones terapéuticas, en diciembre, en el ecuador de la Navidad abandonó el tratamiento. Este abandono vino precedido de la incapacidad de Pepe de no imponerse ante sus compañeros de trabajo y sus jefes. La comida de empresa de navidad fue la causa de su abandono. 

Pepe llevaba un buen proceso terapéutico, cumplía con las pautas básicas, profundizaba en terapia, enviaba mensajes muy positivos a sus compañerxs y estaba adquiriendo consciencia de todo lo malo que le había generado su dependencia al alcohol y la cocaína. Pero tras hacer un trabajo terapéutico con Pepe y su familia (a los que se le marco la importancia de que hiciesen conscientes a su entorno laboral de que Pepe estaba en tratamiento), tanto unos como otros, se negaron a ello por miedo al estigma social que pudiese generar que se supiese que Pepe estaba en rehabilitación por consumo de sustancias. Y a esto le sumamos algo más: la falsa seguridad y confianza que la familia ya tenía en qué Pepe sería capaz de soportar que sus compañerxs estuvieran colocándose delante de él y aseguraban que eso no le iba a afectar, a pesar de que los terapeutas le estábamos alertando que estaban potenciando la recaída. 

La importancia de seguir las recomendaciones del equipo terapéutico.

El resultado ya seguro que lo sabes al leer hasta aquí: Pepe abandonó el tratamiento y Pepe consumió. Después de Navidad en cuanto se relajó. Pepe tuvo una recaída. Y Pepe abandonó el tratamiento. Nos dejaron sin herramientas o motivación, para Pape y su familia nuestras pautas no tenían valor y las creían inútiles.

Los casos como el de Pepe , son bastante habituales en el tratamiento de adiciones. Familias y pacientes que desoyen las recomendaciones terapéuticas y se creen capaces y rehabilitados antes de tiempo, pese a la insistencia del equipo terapéutico (profesionales, expertos y con años de experiencia) en que ese camino no es el correcto. 

Si tienen algún familiar en tratamiento, estar vigilantes, evitar consumo delante de ellos y protegerlos de los “sobreestimulos “ de estas fechas. 

Y sobre todo ATENDER y  PRACTICAR las RECOMENDACIONES TERAPÉUTICAS de los profesionales.

¡FELICES FIESTAS! Centro CIAS

NOTA: la Navidad es una vez al año, la abstinencia es para toda la vida.

“Mis pacientes son mi terapia. Estar con ellos, escucharlos y guiarlos me hace estar plenamente consciente de que soy adicto, y lo seré para toda la vida. Una de las principales enseñanzas de mi recuperación, es que no me da pavor ni vergüenza reconocerlo. Es más, me alegro de tener esta “etiqueta”, porque gracias a ella entendí lo que me pasaba y me ayudará a entender lo que me ocurra el resto de mi vida”

Hola, Soy Laure Luna. Exadicto recuperado. Hoy te quiero contar mi historia. Y decirte, que puedo ser tu terapeuta durante tu proceso de recuperación.

Un adicto quiere contarte su historia.

El 11 de mayo de 2016, Laure toma la mejor decisión de su vida. No fue algo casual. Dos días antes, el sábado día 9, había estado toda la noche consumiendo alcohol, cocaína y jugando a las tragaperras. Una noche de locura en la que llegó a gastarse 2.000 € de su familia que eran para un pago muy importante. Laure, había tocado fondo.

Laure llegó a ese punto de inflexión en el que la persona se da cuenta de que no puede seguir en esa situación. Habla con su familia. Buscan ayuda. Encuentran ayuda. Y empieza todo… Un camino duro que ahora detalla a sus pacientes…sí. Porque Laure es exadicto y rehabilitador de personas con adicción. Sí, aquí en Centro CIAS. Laura es el director terapéutico de nuestro centro.

¿Y por qué cuenta esto? Tiene explicación. Cuando estamos en terapia y vienen pacientes nuevos nuevo, le hacemos varias preguntas: ¿Has tocado fondo?, ¿crees que ya no tienes más margen de error?, ¿has consumido todo lo que tenía que consumir en tu vida?, ¿has valorado realmente lo que les supone seguir en consumo o intentar cambiar de vida y a su vez cambiar la de su familia?

(Vemos en la imagen a Laure durante su época de consumo)

Laure en su época de consumo activo.

Laure nos sigue contando. “Este último consumo, el del día 9 de mayo de 2016, fue el que me salvó la vida y el que siempre pongo de ejemplo cuando le preguntamos a los pacientes todo lo que he detallado. Parece paradójico que una noche tan devastadora sirva de acicate para parar, y tomar un poco de conciencia (la plena conciencia se adquiere con el tiempo) y sobre todo… para pedir ayuda”

Es lo que hizo Laure. Llamó a su mejor amiga. Carmen fue a su casa e inmediatamente se pusieron juntos a buscar un centro específico de adiciones. Luego llamó a sus padres, que estaban de viaje y les contó todo lo que había hecho esa noche, incluyendo lo que habían hecho con el dinero. “El lunes día 10 tengo cita en un centro”

“Mi tratamiento fue fácil. Yo quería salir del mundo tan triste que tenía. Fueron 6 meses de ingreso, y por supuesto, los comienzos no fueron fáciles. Había muchas dudas y sobre todo incertidumbre de lo que iba a pasar conmigo en el futuro, si iba a ser capaz de sobrevivir a la sociedad de consumo en la que nos han educado, si iba a aceptarme tal y como soy…sin «colocarme». Yo era un chaval de 28 años con todo por hacer y con ganas de seguir adelante”

Laure, poco a poco lo fue consiguiendo. En total casi 18 meses de tratamiento, de cuidados, de conocerse, de aceptar a su familia y viceversa. Y 7 años después sigue trabajado en ello. La vida te va poniendo pruebas que hay que ir superando y parece que lo está consiguiendo. “Cuando me preguntan mis pacientes si tengo ganas de consumir o he tenido pensamientos de consumo, les digo que sí. Que nuestro cerebro recuerda tiempos pasados y que si te dejar llevar es muy fácil volver a la casilla de salida”

(Laure actualmente. Su cambio físico es evidente)

La recaída en boca de un exadicto.

La recaída hay que tenerla en cuenta a diario. Porque así pondremos todas nuestras ganas y esfuerzos en que no ocurra. Aprendemos a utilizar las herramientas y la capacidad de analizar el día a día: ¿cómo te encuentras? ¿qué necesito? Y si es necesario… pedir ayuda. Es necesario gestionar las emociones con conciencia y los malos días con la certeza de que solo es eso: un mal día que se puede solucionar.

“También soy plenamente consciente que todo mi contexto (familia , amigos, pareja) me han ayudado y me ayudan a que yo esté bien y siga adelante. Recalco esto, porque tengo pacientes que a pesar de que ponen todo su empeño en su rehabilitación su contexto no le ayuda, y son más bien un impedimento que una solución para su recuperación”

Y Laure, nos comenta por último “Mis pacientes son mi terapia. Estar con ellos, escucharlos y guiarlos me hace estar plenamente consciente de que soy adicto, y que lo seré para toda la vida, y no me da pavor ni vergüenza reconocerlo, es más me alegro de tener esta “etiqueta” porque gracias a ella entendí lo que me pasaba y me ayudará a entender lo que me ocurra el resto de mi vida.

Sin más , voy a acabar el texto como acabé una publicación que hizo en Facebook hace 4 años .

“Sin más, el Laure.  Un adicto recuperado que está orgullosisisimo de serlo”

Para que las personas con problemas de adicción se rehabiliten, deben de pasar diferentes fases, para los que es fundamental la figura de un terapeuta. En una fase inicial, el paciente tiene claro que es adicto o adicta y que quiere recuperarse, porque su situación es límite (recordar la importancia de que el adicto sea el que da el paso para comenzar su recuperación) y debe de comenzar un tratamiento. Y para eso tenemos que acudir a un centro especializado en adicciones.

Los profesionales de dicho centro harán una valoración para saber si el paciente necesita un ingreso o puede comenzar una terapia ambulatoria sin necesidad de internamiento

La exclusión social del adicto.

El tratamiento es un proceso que abarca todos los aspectos de la vida del adicto. A lo largo del tratamiento y, de forma personalizada y directa, se le irán ofreciendo herramientas que serán claves para que la persona pueda tener una vida plena después de su rehabilitación.

Esta primera fase va avanzando al ritmo que el paciente necesite, y cuando el paciente ha logrado estabilizarse física y psicológicamente, llega una nueva etapa: la de conectar con su nuevo mundo, en esta etapa el paciente comienza a recuperar su vida y sus actividades. También debe implementar los hábitos adquiridos y las herramientas necesarias para seguir controlando su proceso de recuperación. A esta etapa se le llama: reinserción social. Y a diferencia de lo que mucha gente puede pensar, es uno de los pasos más difíciles del proceso, ya que, en muchos casos, la persona deberá enfrentarse a su nuevo ser, con el riesgo de sufrir el estigma asociado a la enfermedad.

Este tipo de exclusión genera la disolución de los diferentes vínculos sociales que la persona tenía antes de su adicción, ejercida desde un punto de vista simbólico en cuestiones tales como el estigma social y atributos negativos que se le adjudicarán al adicto (sospecha constante de su adicción, acusaciones ante cualquier tipo de problema, temor a compartir tiempo juntos, etc.) Esta estigmatización le acompañará el resto de su vida y en todos los aspectos de su vida. Parece que el adicto no puede rehacer su vida. Este tipo de problemas pueden hacer que la persona adicta sienta culpa, rabia o impotencia y sea más propensa a caer en conductas nocivas para su salud, autolesionarse o simplemente darse por vencida y sentirse abatida psicológicamente.

La adicción más allá del tratamiento terapéutico.

Como especialistas en recuperación de adictos y gracias a la experiencia en este campo, hemos desarrollado herramientas para que la reinserción social sea posible del modo menos traumático posible. En Centro CIAS, dentro del método CIAS, el acompañamiento profesional del adicto y sus familiares es uno de los pilares dentro de todas las fases. Esta etapa es un paso más en el que la persona puede (y debe) poner en práctica y consolidar las habilidades adquiridas durante su tratamiento de rehabilitación con el fin de lograr un mayor nivel de autonomía.

Durante el proceso de reinserción, el paciente tiene que ir poniendo en práctica todas las habilidades y herramientas que va adquiriendo en sus terapias: decisión consciente, su capacidad para resolver problemas y cómo organizar y administrar su tiempo.

La importancia de la vuelta al mundo laboral.

Es quizás en este punto donde el adicto se verá más exigido, deberá reaprender todas las habilidades sociales que perdió o que se vieron deterioradas por las conductas adictivas. También tiene un gran poder simbólico, ya que en muchos casos, tener trabajo implicará volver a ocupar un lugar dentro de la sociedad de modo activo. Aunque se haya incorporado al mundo laboral y vea más cerca la recuperación, el paciente debe seguir acudiendo a terapia en su centro. De este modo seguiremos gestionando los diferentes problemas a los que el paciente se va a ir enfrentando a medida que su vida se va normalizando. A nivel personal, el adicto deberá comprender esta etapa como una parte del proceso y en algunos casos, lidiar con la mirada negativa de la sociedad sin que esto implique un derrumbe emocional o de su psiquis.

“Me ha empezado a latir muy fuerte el corazón. A toda velocidad. ¿Será un ataque de ansiedad o de pánico? Nunca había sentido algo así, me he asustado mucho, doctor. Me cuesta respirar y tengo un hormigueo muy extraño. No entiendo… lo he hecho más veces y nunca me ha pasado nada”

Este podría ser el relato de cualquier persona que acude a urgencias por un ataque de pánico. Pero no todas las personas lo han sufrido a causa del consumo de marihuana.

La marihuana afecta de forma directa al cerebro.

Los ataques de pánico son episodios de miedo muy intensos y desproporcionados, que viene acompañados de sudoración, taquicardia y miedo a morir. La marihuana tiene mucha relación con estos episodios, ya que su consumo tiene una relación directa con efectos en el cerebro. Cuanto más va aumentando el consumo, más probabilidades hay de que los problemas serios vayan apareciendo.

Es cierto que no todas las personas que consumen marihuana van a sufrir ataques de pánico u otros problemas de ansiedad, ya que hay muchos componentes genéticos que son muy importantes.

¿Si fumo marihuana puedo tener ansiedad?

La respuesta es rotunda. Sí. Fumar marihuana puede darte ansiedad. Si te da un ataque de ansiedad al fumarte un porro, no hace falta ser muy inteligente para saber que lo que te está ocurriendo es producto del consumo. Pero hay veces, que incluso podemos estar sufriendo un ataque de ansiedad y no somos conscientes. Estos pueden ser algunos de los síntomas.

  • Sudoración intensa.
  • Temblores.
  • Palpitaciones o taquicardia.
  • Temblores.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor en el pecho.
  • Mareos.
  • Náuseas.
  • Sensación de desrealización.
  • Miedo a perder el control.

Volvemos a comentar. No todas las personas presentan los mismos síntomas ni todas las personas tienen porque tener algún tipo de síntoma.

¿Qué hacer ante un ataque de pánico?

Normalmente estos ataques suelen ser muy aterradores y puede parecer que no tienes el control de tu cuerpo ni de tu mente. Pero independientemente de que este ataque sea provocado por el consumo de marihuana, hay cosas que puedes hacer si lo estás sufriendo.

  • Respirar profundamente concentrándote en la respiración y tomar un par de respiraciones muy profundas y lentas.
  • Usar técnicas de relajación con las que relajar tus músculos. Imagina un lugar tranquilo y relajante.
  • Hablar con alguien de confianza para que pueda ayudarte.
  • Si estas en un lugar público, intenta salir de ese lugar y relajarte en otro ambiente.

Sufrir un ataque de ansiedad o pánico puede sucederle a cualquier persona. Lo importante es saber detectar de dónde viene esa ansiedad o pánico. Puede ser un momento puntual por un cambio importante en tu vida o una situación personal complicada. También puede ser, como has leído en este artículo, que tengas un problema graves de consumo. Este problema puede convertirse (sino lo es ya) en un problema de adicción. Por lo que debes acudir cuanto antes a tratarte con terapeutas especializados. ¡Acude a Centro CIAS y comencemos a revertir esa situación!

¡Te estamos esperando!

El cannabis, conocido como marihuana, es una de las drogas más populares y se ha convertido en la sustancia más consumida a nivel mundial. Son muchas las consecuencias derivadas del consumo de cannabis, pero estás podemos catalogarlas como “las conocidas”:

  • Sintomatología psicótica.
  • Dependencia.
  • Ansiedad.
  • Problemas de sueño.
  • Irritabilidad.

La adicción es una enfermedad mental, por lo que el abanico de consecuencias se abre mucho dependiendo de la persona y la sustancia/conducta. Es por ello, que hay afecciones o enfermedades del consumo de drogas que son muy poco conocidas, pero no por eso menos importantes.

Hipermesis Cannabinoide o Enfermedad de vómitos por marihuana.

El síndrome de hiperemesis cannabinoide (CHS, por sus siglas en inglés) es una afección que produce ataques de vómitos repetidos e intensos. Es poco frecuente y ocurre solo en aquellos que consumen marihuana todos los días de manera crónica. Los principales síntomas de esta patología son:

  • Náuseas constantes.
  • Episodios frecuentes de vómito.
  • Dolor abdominal (intenso).
  • Pérdida de apetito y de peso.
  • Deshidratación.
  • Convulsiones.
  • Espasmos musculares.
  • Taquicardias.
  • Edema cerebral.

El cannabis es una droga muy compleja, compuesta por multitud de sustancias y efectos muy diferentes. Cada persona o parte de nuestro cuerpo experimenta síntomas diferentes. Por ejemplo, los efectos en el cerebro pueden ser totalmente opuestos a los vistos en el aparato digestivo. La marihuana se utiliza para calmar los vómitos de un paciente que recibe quimioterapia y a otra persona le causa náuseas, vómitos o dolores abdominales. A día de hoy no existen estudios científicos que recojan los motivos por los que unas personas pueden sufrir hipermesis cannabinoide y otras no, siendo el factor común en los casos de hipermesis el consumo excesivo.

Fases de la hipermesis cannabinoide.

Esta afección tiene 3 fases bien diferenciadas.

Fase promódica.

Duración: meses o años.

Síntomas: dolores de estómago y náuseas.

Diagnóstico: complicado de diagnosticar ya que las personas no mencionan nunca que consumen cannabis.

Fase de hipermesis.

Duración: 24 h o varios días.

Síntomas: dolores fuertes y vómitos compulsivos.

Fase de recuperación.

En este ciclo la persona mejora las náuseas y los dolores abdominales. Siempre que sea capaz de dejar el consumo de cannabis. Suele durar unas dos semanas o un mes.

¿Cómo puede tratarse la hipermesis cannabinoide?

Por supuesto. Y hay un tratamiento único y efectivo en estos casos: dejar el consumo de marihuana.

Es evidente que si has llegado a tener hipermesis tienes una dependencia al cannabis, puesto que antes hemos comentado que el factor común en esta patología es el gran consumo de marihuana. Hablamos de personas adictas a la marihuana, por lo tanto, cortar el consumo no será una tarea sencilla y rápida. Tendrá que ponerse en manos de algún especialista en adicciones para tratar el tema con garantías de cara al futuro.

Hace unos días nuestro Dr. Terapéutico, Laure Luna, compartió debate y charla sobre las adicciones en la Radio y Televisión de La Puebla de Cazalla. Un agradable rato en el que Laure pudo hablar de varios temas interesantes sobre el todo lo que rodea el tratamiento de las adicciones:

– ¿Es voluntario el comienzo del tratamiento en CIAS?

– Normalización del consumo en nuestra sociedad.

– Recomendaciones terapéuticas a los familiares del adicto o adicta.

– ¿Cómo se tratan las adicciones?

– Falta de concienciación sobre las drogas y programas preventivos.

– Los jóvenes cada vez empiezan antes en la cultura del consumo.

– Falta de educación sobre la adicción en centros de enseñanzas.

– El verdadero consumo responsable: consumo cero.

Entre otros temas más. Os invitamos a escuchar esta interesante charla y compartir en vuestras Redes Sociales para hacer que llegue a más gente.

ESCUCHAR ENTREVISTA

En esta charla estuvo acompañado de David Fernández, Trabajador Social y Técnico del Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla (Sevilla), que comanda el interesante programa de «Ciudades Antes las drogas» desde el plan local de salud, en el que colabora la Diputación de Sevilla.

Desde Centro CIAS agradecemos a la Radio y Televisión de La Puebla de Cazalla el contar con nuestro Director Terapéutico, para seguir dando visibilidad, voz y responsabilidad a la prevención y tratamiento del consumo de drogas.

Las familias que tienen un problema de adiciones en casa advierten, de una manera u otra, que algo está sucediendo. La dependencia altera su organización, sus costumbres, sus actividades cotidianas y sus relaciones afectivas, dando lugar a una serie de síntomas típicos:

  • Desconcierto y confusión ante el problema. Nadie sabe cómo actuar y, en ocasiones, se justifica o se disculpa la conducta de la persona enferma ante los demás. Es el mecanismo de la negación.
  • Gran tensión y estrés en todos los miembros de la familia. Temor. Conflictos importantes, discusiones y agresividad.
  • Alteración de las normas, las costumbres y los valores familiares.
  • Incumplimiento de las promesas. Reacciones de enfado y resentimiento.
  • Desconfianza y frustración
  • Sentimientos de culpabilidad y reproches mutuos.
  • Poco apoyo emocional y problemas de incomunicación dentro de la familia.
  • No se puede hablar del “secreto de la familia” ni pedir ayuda, ni dentro ni fuera de casa, por miedo y vergüenza.

En la adicción no existen culpables.

Nadie es culpable de las enfermedades. La adición, es una enfermedad. Ni la persona que la padece ni los que están a su alrededor la han buscado conscientemente, de modo que no hay culpables. Aunque es cierto que, en las enfermedades relacionadas con el consumo de drogas, es el propio afectado el que debe desear cambiar y responsabilizarse de su tratamiento junto con el apoyo y guía tanto de los familiares como de los especialistas .

La actitud que adopta la pareja o las personas cercanas al enfermo, puede ser decisiva para motivarle a realizar correctamente un tratamiento adecuado para superar su enfermedad.

Si tu familiar tiene problemas de dependencia , procura seguir estos pasos:

1-  No te “adaptes” a los cambios que se están produciendo en tu familia, aparentando que “todo va bien”, o pensando que “ya se solucionará”. No pretendas proteger a tu familiar encubriendo los problemas ni responsabilizándote de su bienestar.

Si lo haces, estarás facilitando que la adición“se quede a vivir” entre vosotros, instalándose en casa invadiendo todo atisbo de equilibrio y normalidad.

2-  Infórmate sobre la adición y procura que tus hijos también tengan la información adecuada para su edad, para que puedan entender lo que ocurre.

3-  Intenta mantener firmemente las costumbres y las normas familiares que siempre habéis tenido en casa.

¿Cómo ayudar a un familiar con adicción?

Es normal que tengamos interés en ayudar a un familiar o amigo cuando sabemos que tiene un problema. En el caso de la adicción, existen muchos condicionantes sociales, familiares, etc. que hacen complicado el poder ayudar a la persona que lo sufre. Pero desde Centro CIAS queremos dejaros algunos items que pueden serviros para acercaros y ser una pieza de confianza en este proceso:

  • Muéstrale tu preocupación por los problemas que está ocasionando la adición en vuestras vidas, sin culpabilizarle. Suele ser útil escoger el momento posterior a una “crisis” para hablar del tema.
  • Ten paciencia. La recuperación lleva tiempo. No te desanimes ante reacciones de negación del problema, falsas promesas, enfados, o incluso ante una posible recaída. Siempre es posible retomar el proceso de recuperación.
  • Insiste en el tratamiento y ofrécele tu apoyo y comprensión. Mantén firmemente tus condiciones para continuar ayudándole. Ofrécete a acompañarle en su tratamiento.
  • Sigue los consejos de los especialistas. Si tu pareja abandona el tratamiento, acude tú para que te asesoren. Pero no asumas el tratamiento en su lugar.
  • Si la situación te desborda y atraviesas una etapa de “nervios” o depresión, pide ayuda profesional para ti, es normal que te afecte.

El juego y las apuestas están creciendo de forma exponencial en nuestra sociedad. Actualmente, el juego que mayor problemática crea en cuanto al número de personas afectadas que acuden a tratamiento es el de las “maquinas tragaperras”, seguido por el bingo, y posteriormente por el resto de los juegos: apuestas deportivas, póker online, etc. 

En palabras de Custer (1987), las características centrales  del juego patológico son tres:

  • La persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar. Aunque existen factores sociales, culturales e incluso bioquímicos en el juego patológico, está considerado un trastorno de características psicológicas.
  • Es un trastorno persistente y progresivo de la conducta que acaba en una dependencia emocional respecto del juego. Es decir, implica un deterioro progresivo en la conducta de juego, partiendo de momentos iniciales en los que el juego y las apuestas son escasos hasta llegar al juego patológico, que puede desarrollarse a lo largo de períodos de 10 a 15 años.
  • La ludopatía llega a afectar de forma negativa la vida personal, familiar y vocacional del adicto/a, creando un desequilibrio que necesita de urgencia tratamiento terapéutico.

¿Qué tipos de adicción al juego existen?

  • Máquinas tragaperras: las podemos encontrar en cualquier bar de nuestro entorno ,unidos a la proliferación de salones de apuestas por los barrios de todas las ciudades 
  • Juegos de azar: Salones de apuestas,Casinos, bingos, timbas ilegales ,juego online.etc 
  • Apuestas deportivas: actualmente la causante de la mayoría de casos en adolescentes y jóvenes. 
  • Videojuegos: de las más comunes y más utilizadas en nuestra sociedad .Puede generar conductas adictivas similares a los juegos de azar y dependencia que desemboca en problemas psicológicos. 
  • Microtransacciones: compras dentro de los videojuegos en los que se obtienen recompensas y en los que se utilizan las mismas técnicas de captación del juego de azar, está provocando daño en nuestros jóvenes. 

Tratamiento para adicción a la ludopatía.

En Centro CIAS abordamos el tratamiento psicoterapéutico para rehabilitar el juego patológico, estos son algunos tips de nuestra metodología .

  • Es de suma importancia que el paciente aprenda a detectar cuáles son las situaciones de riesgo y se entrenen en su afrontamiento.
  • Practicar actividades de refuerzo  alternativas al juego, dado que al ponerse en tratamiento y dejar de jugar se dispone de tiempo extra que se debe  ocupar en otras actividades para el paciente. Al principio serán actividades que antes no realizaba y que ahora puede y desea realizar, como estar más tiempo con los hijos y con la familia, hacer algunas tarea del entorno familiar que no le supongan una carga, etc. Pero a largo plazo lo interesante sería instaurar una o varias aficiones que puedan ir ocupando el tiempo, las relaciones, los pensamientos y las emociones, y que ahora, al abandonar el juego, hay posibilidad de practicar.
  • Reestructurar los pensamientos erróneos sobre los efectos negativos del juego. Con el paso del tiempo el jugador minimiza las consecuencias de volver a jugar. Es importante hacer el hacerles conscientes del daño causado por su adición al juego ,lo que ocurriría a distintos niveles si empiezan otra vez a jugar ,teniendo presente que las consecuencias serían mucho más negativas que mantenerse abstinente, y minimizar los supuestos efectos positivos que produciría el volver a jugar. Es importante que evalúe las posibles consecuencias negativas, daños a la familia, las carencias económicas que supondría volver a recaer .etc.

Llega septiembre. Un mes en el que muchas personas inician un cambio en su vida. Nosotros queremos ser parte de ese cambio, no sin antes, aclarar diferentes aspectos sobre la enfermedad de la adicción. Para comenzar, vamos a utilizar la definición de adicción que hace la R.A.E.

Adicción: 1. f. Dependencia de sustancias o actividades nocivas para la salud o el equilibrio psíquico.

2. f. Afición extrema a alguien o algo.

Es evidente, que la adicción es tan compleja que no podemos quedarnos con esta simple definición. Por eso vamos a detallar diferentes “acepciones”, “verdades absolutas” o “creencias” que se tienen sobre la adicción.

La adicción es una enfermedad.

Debemos tratar todo lo relacionado con la adicción desde el punto de vista de una enfermedad. Desde hace décadas la OMS declara la adicción una enfermedad. Esto quiere decir que tiene síntomas, diagnóstico y tratamiento. No podemos decir que es un vicio. 

Si hablamos de su tratamiento, precisa de una terapia especializada de la mano de terapeutas que puedan tratar cada una de las consecuencias psicológicas, físicas y emocionales, del adicto o adicta. 

La adicción es un síntoma de un problema emocional profundo. 

La OMS también comenta sobre la adicción, que diferentes circunstancias en la vida del adicto o adicta, desempeñan un papel catalizador en el desarrollo de la enfermedad. Aspectos como la pérdida del trabajo, muerte de seres queridos, etc. junto al perfil psicológico, circunstancias personales, familiares, sociales o profesionales, forman el puzzle psicosocial del adicto o adicta. 

Por lo que debemos tratar la adicción en sus diferentes capas o estratos que la forman. Desde lo más profundo a lo más superficial.

La enfermedad del autoengaño.

El autoengaño funcional se observa en situaciones en las que la persona se miente buscando convencerse de que su decisión es la correcta. Es la base de los trastornos adictivos, retroalimentando ideas y creencias para no afrontar la toma de decisiones y conciencia sobre el problema. El adicto aprende a mentir rápidamente para poder justificar sus comportamientos.

Entre las diferentes formas de autoengañarse, podemos destacar:

-Falsa sensación de control “Yo consumo cuando quiero”

-Mi familia piensa que tengo un problema.

-Lo puedo dejar por mí mismo. ¡No necesito un centro!

-Esto lo dejo fácilmente. 

Nadie se rehabilita sin ayuda de otros.

¡Esto es muy importante!La enfermedad de la adicción puede rehabilitarse . No es fácil, pero con un tratamiento especializado se puede.

Nadie lo consigue sin tratamiento. Toda persona adicta que diga que puede dejarlo por sí solo, debe saber que estará en un constante proceso de recaída en el que estará muy lejos de la construcción de hábitos saludables y un tratamiento eficaz por parte de profesionales.

Son muchas las llamadas y consultas que recibimos en Centro CIAS sobre si dentro de nuestras terapias, utilizamos la hipnosis para acabar con problemas de adicción. Dentro de las diferentes herramientas que se utilizan en el Método CIAS, no se encuentra la Hipnosis. Dicho esto, hoy queremos hablar un poco sobre este tipo de terapias.

¿Qué es la hipnosis?

La hipnosis tiene aplicación en los campos de la salud, tanto en psicología como en medicina. La hipnosis es un estado mental que se crea a través de la disciplina del hipnotismo. Se basa en una serie de sugestiones generadas por medio de un especialista. El uso de este método con fines terapéuticos se conoce como hipnoterapia.

Son muchas las personas que acuden a este tipo de terapias para buscar un camino rápìdo y sencillo ante sus problemas de adicción. Pero la hipnosis, sin entrar a valorar si es mejor o peor que otras herramientas, no es válida para todas las personas.

Efectos secundarios y riesgos de la hipnosis.

Como hemos comentado anteriormente, la hipnosis no tiene eficacia en todas las personas, ya que hay personas que no llegan a alcanzar el estado que se necesita para la hipnosis. En la mayoría de casos, los efectos secundarios de la hipnosis son:

  • Ansiedad
  • Dolor de cabeza
  • Mareos
  • Somnolencia

La hipnosis es una cosa muy seria. Por lo tanto, tiene sus riesgos. Una sesión de hipnosis no es una charla distendida, o una serie de pautas de comportamientos cuya recomendación se basa en tus hábitos. La hipnosis, debe ser realizada por un profesional experimentado. La persona que decide utilizar esta clase de terapia, debe asegurarse de que está trabajando con un hipnoterapeuta autorizado. De lo contrario, la hipnosis puede conllevar una serie de riesgos, tales como: alucinaciones, abuso de estimulantes o incluso, esquizofrenia. 

El método CIAS.

En CIAS no trabajamos con hipnosis. En CIAS trabajamos desde cero con nuestros pacientes y nuestras pacientes. Conociendo su vida, su día a día. Conociendo a su familia,a su contexto y a los factores de riesgo que desencadenan el consumo . La recuperación efectiva de nuestros pacientes se trabaja desde la base y en todas sus fases:

Las 4 fases del tratamiento:

  • Desintoxicación: el paciente deja de consumir, con lo cual aparece el síndrome de abstinencia, el equipo terapéutico evalúa la necesidad de apoyar este proceso, con algún tipo de ayuda farmacológica, para que el proceso sea lo más satisfactorio posible.
  • Deshabituación: tras completar las primeras fases del tratamiento, el paciente comienza a identificar y gestionar sus hábitos y actitudes y empiezan a mejorarlos, por otros que mejoran su calidad de vida, evitan posibles recaídas, y van integrándose poco a poco en su vida social, familiar y profesional.
  • Rehabilitación: esta fase marca un antes y un después en el tratamiento terapéutico, el paciente recupera las aptitudes y habilidades que había perdido o nunca había desarrollado durante su consumo y desarrollo de la enfermedad, mediante la terapia grupal e individual va a ir adquiriendo capacidad de control de impulsos, reducción de la ansiedad, control de las emociones, en definitiva, desarrollar habilidades sociales y emocionales que le permitan seguir adelante sin consumo.
  • Reinserción: durante todo el tratamiento el equipo terapéutico, prepara la reinserción del paciente a su entorno, ya que es el objetivo final de su recuperación, desde CIAS, nos encargamos de supervisar minuciosamente este proceso, guiando y supervisando su reinserción.